miércoles, 20 de mayo de 2015

Efecto teleserie



La teleserie en América Latina es un formato instalado y visto por muchas personas. Se trata de mujeres, hombres, jóvenes, niños y adultos mayores de distintas clases sociales. La pregunta que me surge es ¿la popularidad de las teleseries las convierte en un objeto de deseo para los que ostentan o quieren el poder?

Podríamos acordar que lo que se dice y muestra en una teleserie logra penetrar y generar elementos identitarios. Por lo tanto, se podría señalar que cualquier tipo de poder estaría interesado en controlar un producto que logra efectos tan determinantes en la construcción de identidad.

Una mirada funcional diría que controlando el contenido de las teleseries se podría manejar los efectos que tiene el producto en la población. El poder parece actuar bajo esa lógica.

¿El poder de la teleserie explicaría que en los casos cubanos y venezolanos se intervino tan fuertemente el producto? ¿El interés de los medios de comunicación por tener la teleserie ganadora se explica sólo por lograr ingresos económicos o por el poder que tienen al llegar a mucho público? No pretendo responder esas preguntas en este limitado espacio, pero sí me parece interesante poder problematizar sobre ese tema que contempla ciertos rasgos que tiene el formato al que nos hemos dedicado a analizar durante las últimas semanas.




Gays de telenovela

La homosexualidad es una realidad social que lleva siglos intentando ser camuflada. En la actualidad, a pesar de vivir en pleno siglo XXI, la homosexualidad sigue siendo considerada por algún sector como una depravación y es perseguida con penas de cárcel y/o muerte en muchos países.

Dover y Foucault realizaron una investigación en la que señalaban la actual visión de las conductas sexuales divididas en el binomio homosexualidad/heterosexualidad, algo que no es aplicable a las personas que vivieron en las antiguas civilizaciones, especialmente al referirse a la Grecia y Roma Clásicas. En realidad, ellos no tenían ese concepto de homosexualidad. La división moral pasaba por preguntarse si la persona sería activa o pasiva, siendo los activos aquellos con la capacidad para desempeñar cargos públicos y aptos para manejar el poder.


Centrándonos en el universo de la telenovela. Alejandro Galán señalaba en su canal de youtube que el incluir personajes homosexuales era fruto del termómetro social que refleja la realidad. Creo que apenas se está verdaderamente introduciendo la homosexualidad en las telenovelas, y si lo hace es de manera implícita y estereotipada.
Como por ejemplo, el personaje de Loreto en RubíMeño en Las tontas no van al cielo.


Aunque he de reconocer que ha habido telenovelas que me han sorprendido por abordar esta temática más abiertamente, como pudimos ver en Sortilegio tratando la bisexualidad entre Ulises y Roberto. De esta telenovela me gustó como Roberto defiende que el hecho de ser gay o bisexual, no le hace menos capaz para hacerse cargo de un bebé (hija de su esposa Raquel y su amante Ulises).



En Relaciones Peligrosas, la historia de amor entre Alejandro y Diego fue tierna y emotiva. Estoy segura de que muchos jóvenes se vieron identificados en ellos por llevar un amor a escondidas, obligados por la dogmática social. Sin embargo, lo dicen pero no lo muestran. Todas las escenas juntos son figuradas, no muestran nada. Supongo que les parecía excesivamente agresivo televisar un beso directamente.



Aunque la comunidad gay poco a poco se está integrando más en la sociedad, es indudable que sigue habiendo gran reticencia para incorporar la homosexualidad a las telenovelas  por la controversia que suscita. Hay que recordar que el este género sigue siendo un producto para consumir y lo más importante es que le guste al público. Aunque, en mi fuero interno, sigo esperando al valiente se atreva a escribir una telenovela con protagonistas homosexuales



martes, 19 de mayo de 2015

De la guerra a la crisis


En Chile las telenovelas siempre han ocupado un importante lugar en la sociedad. Los distintos canales de televisión se esmeran por hacer la mejor producción dramática, para que tenga éxito y con ello genere beneficios económicos. Ante esto, la expectativa y la aparición de nuevas tecnologías fue jugando en contra provocando una crisis en la producción de telenovelas en el país.

Hace algunos años la llamada “Guerra de las teleseries” era bastante intensa, cada casa televisiva buscaba tener una historia llamativa, los mejores actores, el mejor guionista, la mejor locación, entre otros. La nueva apuesta debía ser mejor que la del año anterior y que la nueva propuesta del canal vecino. En este contexto, las producciones dramáticas fueron incorporando conflictos y temáticas distintas, rompiendo con el clásico esquema de las telenovelas rosa. Los personajes cada vez eran más cercanos e identificables con la población chilena, claro ejemplo es el éxito que tuvo amores de mercado que alcanzó un peak de 46,9 puntos de rating.  

La "Guerra de las teleseries chilenas" casi siempre estuvo entre Televisión Nacional de Chile (TVN) y Canal 13,. TVN era líder hasta que Canal 13 comenzó con apuestas como "Machos" y "Brujas" que causaron furor. Actualmente esta guerra está perdida por estos canales, ya que se incorporó Mega y les robo el trono. Pero más allá de quien tiene el trono, el problema es que existe una clara crisis que se evidencia con la llegada de las telenovelas extranjeras.




¿Por qué traer telenovelas extranjeras? Actualmente es más caro producir que comprar una telenovela importada, la cual por emitir capítulo cuesta 2 millones de pesos aproximadamente, mientras que realizar una producción nacional sale aproximadamente 30 millones de pesos por capítulo, la diferencia es abismante. Para generar ganancias deben tener éxito, lo cual es arriesgado en vista de lo que ha ocurrido en los últimos años (Fuente: Diario La Tercera, 2 de noviembre de 20114).  

La última apuesta exitosa, antes de las telenovelas turcas, fueron las nocturnas, cambiando al público objetivo, apuntando a escenas con otro tono, donde se permitían los garabatos, las escenas sexuales y violentas, etc., estas fueron un momento de oro antes de la caída. 

Actualmente, en un contexto de crisis de los canales de televisión nacionales, donde se acabo la guerra por la mejor producción dramática, sino que paso a ser quien logra el mejor éxito con la apuesta de una telenovela turca o brasileña. Más se complica y dificulta el panorama para costear una producción de “calidad”, ya que el interés por las telenovelas ha disminuido bastante. La sociedad está buscando otras cosas, y es mucho más difícil encantarla, por lo que hay que esperar que los canales retomen el interés de arriesgarse a cosas nuevas y escuchar lo que quiere la teleaudiencia para ver si logran volver los buenos días del área dramática nacional. 

 
 
 

La dramaturgia importa. "Los Titeres" de Sergio Vodanovic


Quisiera compartir con el curso una reflexión acerca del componente dramatúrgico de las telenovelas, destacando la producción “Los Títeres” de Canal 13, original de Sergio Vodanovic, producida y emitida en 1984.

Esta producción marca un hito, particularmente por el tenor dramático de la obra, entendiendo que su creador es un destacado dramaturgo de teatro, posibilitando la creación original de textos complejos, que supieron cautivar a la audiencia, así como tratar temáticas de interés social en los crudos años de la Dictadura de Pinochet.

Destacan las actuaciones de Gloria Münchmeyer, Paulina García y Claudia di Girólamo. Recordemos que Münchmeyer, dada su actuación en la película “La Luna en el Espejo”, obtuvo el premio a mejor actriz en el Festival de Cine de Venecia en 1989. Similar distinción recibió Paulina García en el Festival de Cine de Berlín en Berlín el año 2013. Tanto Münchmeyer como García interpretaron a la antagonista de “Los Títeres”, en épocas distintas donde se desarrolló el personaje.

Cabe destacar que Pablo Illanes, en la teleserie “Fuera de Control” (también de Canal 13), emitida en 1999, homenajeo, en la calidad de los textos y la historia, a esta producción, haciendo un enlace de épocas distintas en la misma producción. Aquí es posible observar los primeros de varios actores ya consolidados hoy, entre ellos una pequeña actuación de Jorge Zabaleta inclusive.

Enlaces:

  • Apertura, Teleserie “Los Títeres” (Canal, 13, 1984)

  • Escenas finales, Teleserie “Los Títeres” (Canal 13, 1984)

  • Los Títeres: la teleserie más aplaudida de la televisión chilena cumple 30 años”, La Tercera 19-07-2014.

  • Sergio Vodanovic, Biografía

  • Resumen Capitulo 1, Teleserie “Fuera de Control” (Canal 13, 1999)

  • Gloria Münchmeyer recuerda el día en que Pali García la impresionó en la universidad”, El Mercurio 18-02-2013.
http://www.emol.com/noticias/magazine/2013/02/18/584593/gloria-munchmeyer-me-siento-orgullosa-de-haber-reconocido-el-talento-de-pali-garcia-desde-el-comienzo.html

lunes, 18 de mayo de 2015

Representación Músical; La relación entre una telenovela y una canción.


A partir del último contenido abordado en el monográfico, redacto esta entrada que intenta mostrar la importancia de las composiciones musicales en el desarrollo y la representatividad de las telenovelas a nivel social.
En primer lugar me quiero referir a la Canción de Telenovela.
Para elegir un tema musical que acompañe a la telenovela y llame la atención de la audiencia, éste debe necesariamente contener aspectos relacionados tanto con la historia como con el contexto que la producción busque enmarcar mediáticamente.
Para esto me referiré a la canción de la Telenovela chilena "Oro Verde". A continuación el video:

Oro verde es una telenovela transmitida por TVN (Chile) el primer semestre del año 1997. La canción elegida como tema central, es "Agolo" de la banda "Angelique Kidjo". Esta canción refiere al cuidado y preservación de la tierra, como mineral de nuestro planeta. Justamente la telenovela pone en su trama, un conflicto entre ciudadanos del sur de Chile (representado por un sector cercano al lago Caburga), con una empresa forestal que intenta a toda costa explotar bosques nativos. Constantemente esta telenovela mostró a las familias chilenas, diversos paisajes naturales, con mucha vegetación, presencia de volcanes, cerros y lagos. Sin lugar a dudas la relación entre telenovela y canción, apunta al medio ambiente y la vida desde un escenario natural.

En segundo lugar la Canción de Trama.

Además del tema representativo de la telenovela, existen relaciones dentro la historia que conservan gran importancia. Estas relaciones mantienen cierta tensión y permiten hilar la trama de la telenovela.
A continuación una escena de la Telenovela "Sucupira", en donde Diógenes, un inseguro cazador de mariposas, se encuentra con Regina, la mujer que siempre quizo.



La canción representativa de esta relación es "La mujer que amo" de Pedro Fernández. Una composición romántica que sin duda se transformó para muchos televidentes, en el sincero amor de Diógenes hacia Regina, representando con ello la historia de un amor difícil de alcanzar, pero siempre buscado.

Finalmente en la canción de personaje, mencionaré la teleserie de Canal 13 Machos. En la historia de 7 hermanos que crecen bajo la tutela de un padre machista autoritario. Uno de estos 7 hermanos es homosexual y aparece en la segunda escena de este video.


La canción elegida para este personaje es "Hijo del Capitán Trueno" de Miguel Bossé. Sin duda una canción que al igual que la telenovela hace referencia a un hombre que tiene algo que "lo hace distinto", apuntando a aquellos estereotipos que la sociedad ha asumido muchas veces de manera cerrada e intolerante. Esta teleserie sitúa una temática pocas veces abordada como lo es la homsexualidad, y más aun, a diferencia de otras telenovelas, el personaje interpretado por Felipe Braun, no es un homosexual que adopta el rol cómico, ni lleva sus gesticulaciones a un amaneramiento extremo. Es evidente que esta telenovela se refiere a la homosexualidad desde una perspectiva distinta en una sociedad muchas veces extremadamente machista.


Profesora, la invito a dar un vistazo a estas telenovelas, que a mi juicio, abordan temáticas interesantes, y han sido protagonistas del desarrollo social de nuestro país.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Virgencita de Guadalupe

El mercado de las telenovelas mexicanas es uno de los más antiguos y de mayor éxito en el mundo. La temática de ellas es tan variada como la cultura del país. A pesar de esto, hay varios hilos conductores que las unen: el amor, la desdicha, la humildad, el esfuerzo, el final feliz y la Virgencita de Guadalupe.



Si bien el tema de la religión está presente en todas las telenovelas, la mayoría de ellas entrega un rol secundario en la trama, o son una característica cómica de un personaje secundario. Para los mexicanos la religión, la iglesia, y más, La Virgen de Guadalupe, es un elemento trascendental de la cultura y vida de los mexicanos, por lo que también consideran su espacio en las telenovelas.


"Virgencita de Guadalupe", debe ser una de las frases más utilizadas en momentos de crisis dramatúrgica de las telenovelas mexicanas, en igual número que sus milagros.




Este rol "evangelizador" no deja de ser relevante a la hora de considerar el nivel de exportación de sus telenovelas. El mercado mexicano es el que más exporta sus productos, llegando a más de 100 países en el mundo, tan lejanos y diversos como Rusia, por ejemplo, y puede ser uno de los causantes de la expansión del catolicismo en los últimos años (6,5 millones más que en 2005).


Sin duda seguiremos escuchando esta frase y viendo la imagen de la virgen en todos los rincones, al hoy transformarse en un culto folclórico y objeto de merchandising.







viernes, 8 de mayo de 2015

Telenovelas: parte de la memoria

Desde que tengo conciencia las telenovelas están en mi vida, mis recuerdos datan desde "Rojo y Miel", que hasta sacaron un alfajor para promocionarla. Desde pequeña siempre de las 20 a 21 hrs. era una hora intocable, con mis hermanas intentábamos verlas todas. En Chile las telenovelas se diferenciaban por canal, pero sin duda, las mejores son las de Televisión Nacional de Chile (TVN), donde el área dramática intentaba tocar temas que llamaban mucho la atención, recorriendo Chile y distintas realidades. 

Las nueva telenovela se esperaba con ansías, ya que el contexto donde se realizaban, los personajes y las historias hacían que uno se conectará para no despegarse más del televisor. Cada vez personificaban unas nueva realidad, los gitanos (Romané), la época salitrera y la cuestión social en Chile en los años 20´ (Pampa Ilusión), los años 60´ (Estúpido Cupido), historias con un contenido más político (Sucupira), o Isla de Pascua (Iorana), con un toque de ciencia ficción como "Tic-Tac", entre otras. e incluso series con la modalidad de telenovelas como "La Buhardilla", donde uno de sus protagonistas era un joven con Síndrome de Down.


Las distintas historias que tocaban las telenovelas iban mostrando la ruptura y la crítica social, de acuerdo a como el país iba evolucionando. A pesar de las distintas historias tenían su esencia, lo que más me ha marcado es la música, un componente esencial para mantenerlas en el recuerdo y en el imaginario colectivo.

Aún recuerdo las escenas de amor de "Romané" donde con sólo escuchar algunas canciones se me viene la telenovela, sus personajes, sus colores y vestuario a la cabeza, o la música de "Estúpido Cupido", que fueron las canciones que marcaron la época de nuestros padres. "Tic-Tac" es otro gran ejemplo, que tomó los grandes éxitos de Queen, haciendo revivir su música e incorporándolas a nuestros recuerdos, o "La Buhardilla", que a pesar de ser una telenovela más breve, ya que tuvo menos capítulos, creo que marcó la infancia de muchos, y utilizó las canciones de rock argentino que al escucharlas automáticamente hacen nexo en mi cabeza recordando aquella casona y historia de los amigos que tenían una banda, de la que formaba parte, Cristián, un joven con Síndrome de Down. 

Las telenovelas se mantienen en el recuerdo de todos, por las historias, los personajes, los lugares y la música, creo que perduraran por siempre, ya que más allá de ser simplemente historias ficticias, nos involucramos a tal nivel que pasa a ser parte de nuestra rutina y de nuestra memoria.